Maite Ramos Gómez @maiteramosg. En las
grandes Ciudades hoy se debate si los congestionamientos se resuelven con más
infraestructura, Ciudades como el Distrito Federal en México, Atlanta en
Estados Unidos y Caracas en Venezuela, se han empeñado en proveer de infraestructura para automóviles y ¿qué ha
sucedido? En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México circulan diariamente
más de 5.5 millones de automóviles.
Si se consideran las 68 ciudades más
importantes de EE.UU., el tiempo perdido “sentado en un auto” ha aumentado 3
veces desde los años 80´s, a un costo de 78 billones de dólares por año. El
automóvil congestiona más que otros medios de transporte, en términos de
ocupación del espacio vial un autobús equivale a 2,5 automóviles, pero los autos
transportan en promedio 1.25 pasajeros y los autobuses 40 personas, esto quiere
decir que un autobús es casi de 12 veces más eficiente en términos de
congestión (uso del escaso espacio vial). También es importante aclarar que
la mayoría de los automovilistas no perciben el verdadero costo de sus
viajes, siendo el más visible las mayores demoras y tiempo que toman los
traslados que cada día son más largos, pero además están el ruido, la contaminación
y los accidentes. Sin embargo, cada persona sólo percibe el efecto de la
congestión sobre su viaje y no su efecto
en la congestión generalizada , que incide en mayor demora de los demás
usuarios provocando un costo marginal y social.
En
opinión de los especialistas la única forma seria de atacar el problema de
congestionamiento urbano consiste en cobrar por el uso de las vías y proveer
además un buen sistema de transporte público: digno, eficiente y seguro. Si estos
elementos no forman parte de la estrategia, es difícil alcanzar el resultado
esperado.
Hoy en
día las ciudades son percibidas e incluso evaluadas dependiendo de la calidad
de vida que proporcionan a sus habitantes, afectando la salud de los
ciudadanos, su estado psicológico, sus relaciones sociales, su nivel de
independencia; así como su relación con su entorno. Son tres las dimensiones en
que la movilidad afecta la calidad de vida de los habitantes: la dimensión
física que es la percepción del estado físico o la salud, entendida como
ausencia de enfermedad, los síntomas producidos por la enfermedad, y los
efectos adversos del tratamiento. No hay duda que estar sano es un elemento
esencial para tener una vida con calidad; la dimensión psicológica: es la
percepción del individuo de su estado cognitivo y afectivo como el miedo, la
ansiedad, la incomunicación, la perdida de autoestima y la incertidumbre del
futuro: de lo que puede pasar y la dimensión social: que es la percepción del
individuo de la relaciones interpersonales y los roles sociales en la vida como
la necesidad de apoyo familiar y social, en este rubro se incluye el desempeño
laboral y la productividad.