jueves, 27 de septiembre de 2012

Movilidad y Calidad de Vida en las Ciudades


Maite Ramos Gómez @maiteramosg. En las grandes Ciudades hoy se debate si los congestionamientos se resuelven con más infraestructura, Ciudades como el Distrito Federal en México, Atlanta en Estados Unidos y Caracas en Venezuela, se han empeñado en proveer  de infraestructura para automóviles y ¿qué ha sucedido? En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México circulan diariamente más de 5.5 millones de automóviles. 

Si se consideran las 68 ciudades más importantes de EE.UU., el tiempo perdido “sentado en un auto” ha aumentado 3 veces desde los años 80´s, a un costo de 78 billones de dólares por año. El automóvil congestiona más que otros medios de transporte, en términos de ocupación del espacio vial un autobús equivale a 2,5 automóviles, pero los autos transportan en promedio 1.25 pasajeros y los autobuses 40 personas, esto quiere decir que un autobús es casi de 12 veces más eficiente en términos de congestión (uso del escaso espacio vial). También es importante aclarar que la mayoría de los automovilistas no perciben el verdadero costo de sus viajes, siendo el más visible las mayores demoras y tiempo que toman los traslados que cada día son más largos, pero además están el ruido, la contaminación y los accidentes. Sin embargo, cada persona sólo percibe el efecto de la congestión sobre su viaje  y no su efecto en la congestión generalizada , que incide en mayor demora de los demás usuarios provocando un costo marginal y social.



En opinión de los especialistas la única forma seria de atacar el problema de congestionamiento urbano consiste en cobrar por el uso de las vías y proveer además un buen sistema de transporte público: digno, eficiente y seguro. Si estos elementos no forman parte de la estrategia, es difícil alcanzar el resultado esperado.

Hoy en día las ciudades son percibidas e incluso evaluadas dependiendo de la calidad de vida que proporcionan a sus habitantes, afectando la salud de los ciudadanos, su estado psicológico, sus relaciones sociales, su nivel de independencia; así como su relación con su entorno. Son tres las dimensiones en que la movilidad afecta la calidad de vida de los habitantes: la dimensión física que es la percepción del estado físico o la salud, entendida como ausencia de enfermedad, los síntomas producidos por la enfermedad, y los efectos adversos del tratamiento. No hay duda que estar sano es un elemento esencial para tener una vida con calidad; la dimensión psicológica: es la percepción del individuo de su estado cognitivo y afectivo como el miedo, la ansiedad, la incomunicación, la perdida de autoestima y la incertidumbre del futuro: de lo que puede pasar y la dimensión social: que es la percepción del individuo de la relaciones interpersonales y los roles sociales en la vida como la necesidad de apoyo familiar y social, en este rubro se incluye el desempeño laboral y la productividad.

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